
El Madrid toma ventaja en el 'Euroderbi': el Atleti cayó en el embrujo de Brahim y todo se decidirá en el Metropolitano
La aparición mágica del internacional marroquí decantó la balanza tras los golazos de Rodrygo y Julián Álvarez. En una semana, la vuelta.
Más información: La ovación del Santiago Bernabéu para tapar los insultos de la afición del Atlético durante el minuto de silencio
-
Real Madrid
-
Final Crónica
-
Todo queda abierto en el derbi. El Real Madrid ganó en su casa al Atlético gracias a la aparición del 'brujo' Brahim Díaz cuando el partido se ponía cuesta arriba. Rodrygo abrió la lata en un arranque fulgurante del vigente campeón e igualó fuerzas el equipo de Simeone con un golazo de Julián Álvarez. Los rojiblancos pusieron contra las cuerdas a los de Ancelotti hasta que llegó el gol del desempate. [Narración y estadísticas: Real Madrid 2-1 Atlético de Madrid]
Hacía ocho años del último derbi madrileño en la Champions League. Además, las fuerzas venían igualadas tras tres empates a uno seguidos entre ambos. Lo que podía tener de moral el Atleti por su reciente sorpasso en Liga al eterno rival, lo contrarrestaba el conjunto blanco con escuchar el himno de la competición europea —su competición fetiche—. Y el resultado, dentro del triunfo madridista, no se salió del guion esperado.
El Metropolitano dictará sentencia dentro de una semana. La ventaja del Madrid es muy ajustada y la afición del Atleti apretará en su territorio. Pese al resultado, las sensaciones fueron mejores del lado rojiblanco durante buena parte del partido. Necesitará Ancelotti en la vuelta mucho más de Mbappé, desaparecido en el césped del Bernabéu y desafortunado en la última que tuvo en el descuento.
El derbi venía caliente y antes de su comienzo la liaron los de siempre. Parte de la afición del Atlético coreó insultos contra el madridismo cuando arrancó el minuto de silencio a Javier Dorado, fallecido la pasada semana. Respondió el Bernabéu con un solemne minuto de aplausos, al que se sumaron los banquillos, que acalló a los que trataron de ensuciar el homenaje.
Ancelotti salió, finalmente, en el lateral con Fede Valverde, que venía tocado, y repitió con Brahim por Bellingham, sancionado por acumulación de amarillas. En el Atleti, Simeone apostó por Lenglet y dejó a Le Normand en el banquillo.
Un rayo llamado Rodrygo
La mejor versión del Madrid se vio nada más se pitó el inicio. Los de Ancelotti salieron a por todas, apisonando al conjunto colchonero, y lo aprovecharon para abrir pronto la lata. Fue Rodrygo —Mr. Champions— Goes. Al brasileño le va esta competición, es una evidencia. Le bastaron cuatro minutos para volver a demostrarlo.
Valverde —que si te dicen que esta lesionado y ves esto, es para no creerlo— puso un pase al hueco perfecto. Rodrygo ganó la partida a Javi Galán en carrera, tiró la diagonal para perfilarse con la zurda y la puso en la escuadra de la portería de Oblak. El 1-0 llegó demasiado pronto, pero pudo ser aún peor para los de Simeone.
Rodrygo quiso aprovechar su momentum y, dos minutos después, repitió internada pillando la espalda a un endeble Galán. Esta vez el lateral atlético, corriendo a la par, le agarró y el brasileño cayó dentro del área. La acción fue muy protestada por el Bernabéu, que sabía que un penalti podía dejar herido de muerte al rival, pero el árbitro Clément Turpin no lo señaló.

El gol de Rodrygo contra el Atlético de Madrid EFE
A partir de ahí, el Atleti pasó un tramo tratando de ralentizar el ritmo e intentar frenar a un Madrid que salió muy enérgico a comerse el partido en el primer cuarto de hora. Los blancos siguieron dominando con el balón, pero con el paso de los minutos empezaron a abrir la puerta al área de Thibaut Courtois.
Las pérdidas en el centro del campo ponían nervioso a Simeone en la banda, a la vez que las imprecisiones de Camavinga también daba vida al Atleti. Se lució en defensa Valverde, el mejor de los blancos en la primera parte, que veía como su equipo se empezaba a partir —con desconexión total de Mbappé y Vinicius—. El riesgo que asumía el Madrid era cada vez mayor y la 'Araña' vio su oportunidad para 'picar'.
El golazo de la 'Araña'
En el minuto 32, Julián Álvarez apareció para dejar uno de los goles de la temporada en la Champions. Primero se revolvió ante Camavinga —estuvo flojo el francés, hay que decirlo— y de seguido, desde el pico del área, disparó con el interior de su bota derecha, que es un guante, y la puso en el palo largo. Un golazo del argentino, el segundo jugador en la historia del Atleti que marca de rojiblanco en el Bernabéu en un partido de la Copa de Europa.

Julián Álvarez celebra su gol contra el Real Madrid EFE
El Madrid pagaba haberse vuelto tan previsible en su juego y acabó casi pidiendo la hora para irse al túnel de vestuarios. Hacía falta un reseteo en el equipo de Ancelotti, que tuvo unos minutos muy buenos y se apagó. El Atlético, por su lado, quizás pecó de asegurar y no fue a morder al final de la primera parte cuando pocas veces podrá tener así al Madrid en su campo.
El inicio de la segunda mitad de los merengues no fue mucho mejor que el final del primer tiempo. El ambiente parecía más del Metropolitano que del Bernabéu y la cosa pintaba, por momentos, fea para los de casa, al tiempo que se escuchaban algunos pitos. Pero esto es el Madrid, el Rey de Europa y vigente campeón, una bestia capaz de despertar en cualquier momento, y más si es en su estadio. Le tocó sufrirlo al Atleti cuando se creía capaz de todo, con justificación.
El truco final de Brahim
Brahim se puso el sombrero de brujo. En el minuto 55, tras una triangulación con Vinicius y Mendy, pisa el área y seguidamente se cuela entre Giménez y Giuliano. Un truco de escapismo del internacional con Marruecos que culminó al ver el espacio justo, con Barrios delante, para encontrar portería. Gol 'messiano' —si se puede decir eso de un jugador del Madrid— para revitarlizar a un equipo que amenazaba con hundirse.
Por cierto, Brahim enloqueció con el gol —no era para menos—, igual que todo el estadio, y se fue a celebrarlo a la grada. Eso le costó la amarilla de Turpin. Poco más de cinco minutos después, Ancelotti movió el banquillo, lo cual fue pronto para ser él, y quitó a Camavinga —hoy desafortunado— y sacó a Luka Modric. Simeone replicó de inmediato y quitó del campo a Giuliano y Lino para meter a Gallagher y Nahuel.
El gol de Brahim cambió la cara del partido, devolviendo la motivación a un Madrid que con 1-1 parecía ir derrotado. Lo de la última media hora fue otra cosa, con los blancos metidos en campo del Atleti a por el tercero.
En esas que Simeone, con 2-1, sorprendentemente parecía dar por válido el resultado y quitaba en el 70' a Griezmann por un central: Le Normand. Extraño movimiento del Cholo, sobre todo cuando cinco minutos después decidía sacar dos delanteros —Sörloth y Correa— por dos centrocampistas —De Paul y Barrios—. Cosas de entrenadores.
Entraron también Lucas y Endrick en el Madrid por los dos mejores del partido para los blancos, Valverde y Brahim. Mbappé, cuando se señaló el descuento, perdonó el 3-1 que habría puesto otra cara a la eliminatoria de cara a la vuelta. No fue, ni mucho menos el día del francés. El Metropolitano espera en una semana otro 'Euroderbi' lleno de emoción.

La celebración de Brahim Díaz con la grada del Santiago Bernabéu Reuters
Real Madrid 2-1 Atlético de Madrid
Real Madrid: Courtois; Fede Valverde (Lucas Vázquez, m.83), Rüdiger, Asencio, Mendy; Tchouaméni, Camavinga (Modric, m.62), Brahim (Endrick, m.89); Rodrygo, Vinícius y Mbappé.
Atlético de Madrid: Oblak; Marcos Llorente, Giménez, Lenglet, Javi Galán; Giuliano (Nahuel Molina, m.64), De Paul (Sorloth, m.75), Barrios (Correa, m.75), Samuel Lino (Gallagher, m.64); Griezmann (Le Normand, m.71) y Julián Alvarez.
Goles: 1-0, m.4: Rodrygo. 1-1, m.32: Julián Álvarez. 2-1, m.55: Brahim.
Árbitro: Árbitro: Clement Turpin (Francia). Amonestó a Brahim (56) por el Real Madrid.
Incidencias: partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Santiago Bernabéu, lleno, ante 78.297 espectadores. Se guardó un minuto de silencio que se convirtió en un minuto de aplausos en memoria de Javier Dorado, ex jugador del Real Madrid, fallecido a los 48 años.