Consejos de pareja

¿Deberías darle un ultimátum matrimonial a tu pareja? Expertos opinan

Los ultimátums matrimoniales son mucho más comunes de lo que imaginas; sin embargo, suelen ser una forma de manipulación escondida.
Un hombre con un anillo de compromiso y flores escondindose de su pareja para darle la sorpresa.
Si estás preparado para el matrimonio pero tu pareja no, puede ser complicado decidir dar un ultimátum.Pexels

Un ultimátum matrimonial se refiere a cuando estás listo para casarte, pero tu pareja no. Es normal que te sientas estresado. Puedes insinuar el lugar de la boda de tus sueños o mencionar casualmente que X pareja se acaba de comprometer, pero cuando esas insinuaciones siguen sin funcionar y todas las conversaciones sobre el futuro acaban en promesas de “algún día...”. Es fácil ver cómo esa frustración empuja a alguien a dar el último paso, el firme “cásate conmigo o esta relación se acabó”

Incluso si no te sientes identificado con este impulso, quizá te preguntes si funcionan los ultimátums matrimoniales después de verlos en la última temporada del programa homónimo de Netflix. Como la mayoría de las series de telerrealidad, El ultimátum que da a las parejas ocho semanas para decidir si se comprometen en matrimonio o rompen, no es el reflejo más exacto de las relaciones de la vida real. Pero el concepto de ultimátum matrimonial es más común de lo que crees, dice la doctora Molly Burrets, psicóloga de Los Ángeles y profesora adjunta del Departamento de Terapia Matrimonial y Familiar de la Universidad del Sur de California.

La cuestión sigue siendo si los ultimátums tienen tanto éxito en la vida real como en el universo Netflix. A primera vista, estas exigencias parecen una forma de conseguir lo que se desea o, al menos, obtener la claridad que se necesita. De hecho, "tiene sentido buscar seguridad cuando estás totalmente enfocado en una persona", menciona la doctora Burrets, y un ultimátum puede ser la única opción para "asustar" a tu pareja para que de un paso adelante o para que finalmente te diga lo que necesitas y consideres seguir esforzándote en esa relación, quizá considere que no está preparada, es muy pronto o no está hecha para tener una relación tan formal.

Dar un ultimátum matrimonial casi siempre es mala idea.

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Pero por muy tentador que se vea este planteamiento, establecer plazos tan estrictos es casi siempre una idea terrible, explica la doctora Burrets. Por un lado, "si estás a punto de dar un ultimátum, ya tienes tu respuesta, porque si quisieran darte lo que pides, ya lo habrían hecho", menciona la experta.

Ultimátums como manipulación

Más allá de una respuesta que no quieres escuchar, los ultimátums también pueden ser una forma de manipulación, aunque no sea tu intención. Porque el sentimiento de "haz esto o lo otro" crea una dinámica de poco respeto y mucho control, recalca la doctora Burrets. Aunque no hay nada malo en desear comprometerse en un plazo determinado, presionar a otra persona para que tome una decisión importante en su vida por miedo a perderte y no porque esté realmente preparada, no es el tipo de comunicación saludable que ayuda a que las relaciones prosperen.

Incluso si tu pareja acepta tus condiciones, la doctora Burrets advierte que los ultimátums "exitosos" también tienen sus desventajas. Puede que no te sientas tan satisfecho como esperabas, ya que "siempre sabrás en el fondo que has tenido que presionar algo tan importante como el futuro de tu relación para salirte con la tuya", explica. Y lo que es peor, tu pareja puede acabar resentida por haber sido forzada o apresurada a hacer algo con lo que no estaba totalmente de acuerdo, añade la doctora. Burrets, lo que pondrá a prueba su vínculo a largo plazo y no es exactamente el sentimiento que quieres tener al llegar al altar. O quizá, en el peor escenario, tu presión o su falta de compromiso podrían “matar” la relación definitivamente.

Comunicación con amor

No hay nada malo en desear ese compromiso para toda la vida y negarse a perder el tiempo con alguien que no está preparado para ello, pero en lugar de dar un ultimátum matrimonial, la doctora Burrets recomienda comunicar tus prioridades con calma y cariño, invitando a tu pareja a compartir su perspectiva.

Es mejor conversar con tranquilidad y amor los planes a futuro del otro.

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Si aún no lo haces, inicia una conversación para tratar el tema del matrimonio. Utiliza frases postuladas desde la enunciación del “yo” para dejar claros tus sentimientos y dar espacio a una conversación bidireccional, menciona la doctora Burrets. En lugar de "Tienes que declararte el año que viene o terminamos", prueba con “Siempre me he imaginado casado a los 30 años” o "Quiero sentir que avanzamos juntos". Si el matrimonio no es algo que veas posible, háblalo claro.

Este enfoque da a tu ser querido la oportunidad de responder con sinceridad, ya sea para asegurarte que está esperando el momento adecuado, explicarte que tiene en mente un calendario diferente o abrirse de otra manera. O quizá siga evitando el tema a pesar de tus habilidades de comunicación saludables. Su falta de respuesta puede ser tu respuesta, aunque no sea la que esperabas.

"Está bien ser sincero sobre lo que quieres y mantenerte firme, aunque eso signifique poner fin a la relación", dice la doctora Burrets. En el fondo sabes que presionar a tu pareja para que diga "sí quiero casarme" no creará por arte de magia el "felices para siempre" de tus sueños. Además si acepta o no, te mereces a alguien que se comprometa porque realmente lo desea, no porque tenga que hacerlo.

Artículo originalmente publicado por SELF.